viernes, 29 de junio de 2012

¡Al rico "bonito"!

Imagen de la izquierda: un "bonito del norte". Simpático y humilde pez que, proviniente de la islas Azores, se captura con anzuelo con cebo vivo desde el Atlántico gallego al  Cantábrico vasco y desde mayo a octubre. Pesa en torno a 4 Kg. y su carne, de color blanco, suave y delicada, resulta muy sabrosa para nuestro consumo.

¿Recuerda, lector amable, la película de Robert Zemeckis "Forrest Gump"?. Seguro que sí; como también recordará que el amigo de Forrest, Bubba, conocía centenares de formas de preparar las gambas, cosa que ambos aprovecharán con el tiempo para hacer un magnífico negocio.

Pues con el Bonito del Norte viene a pasar lo mismo, solo que sin guerra del Vietnam. Fresco, congelado, en conserva, en salazón o ahumado, su apreciada carne sirve igual para relleno de una humilde empanada en Corcubión que para el lujo de una ventresca al horno en Guetaria; desde un clásico marmitako a un exótico ceviche. Vaya usted a un buscador de internet para encontrar recetas de cocina con bonito y las encontrará a cientos y a cual más prometedora.

Pero ¡ay!, no podíamos en este caso, como en tantos otros, dejar de caer en las falsificaciones. Darnos un simple atún blanco como bonito del norte es dar gato por liebre. Su carne es más oscura, de color rosáceo, más blanda también y tiende a deshacerse porque suele estar mal descongelado. Pero, en fín, también resulta muy aprovechable, pues ya se sabe que si no hay pan, buenas son tortas.


Otra cosa es lo que vemos en la imagen de la derecha: subasta de un atún rojo en Japón. Concretamente, este que vemos pesó 269 Kg. y se vendió por 570.000 euros de nada; ¡como lo oyen!. Difícilmente se cocinará porque su destino será ser comido crudo convertido en exquisitos sushies o en apreciadísimos sashimis. Su carne de color rojo oscuro, firme y aromática ha sido de siempre muy apreciada en la cocina española, bastante antes de este furor oriental. 


La cuestión es que hay muchos japoneses muy dispuestos a gastar sus dineros en esta suculencia y ahora ya no bastan las clásicas almadrabas de nuestros pescadores de Zahara de los Atunes o de Barbate. Ahora los crían en "granjas" de engorde, metidos en jaulas y alimentados artificialmente, incluso con pescado congelado. 


Bueno, querido lector, haga usted lo que quiera con su dinero. Puede hacerse usted unas empanadillas de bonito en conserva o un "tartar" de atún rojo, pero no deje pasar el verano sin un buen marmitako.


¡Que aproveche!


jueves, 14 de junio de 2012

Solidaridad

Fotografía de Chenoa y David de María al final de un Concierto Solidario organizado por la Cadena 100. ¡Dios les bendiga!.

Ahora no hablaré de esta buena gente ni de tantísima otra que dedica parte de su tiempo y su dinero para fines altruístas y solidarios con los más desfavorecidos de este mundo.

No hablaré tampoco de las ONG's, Organizaciones No Gubernamentales (dicen) y sin afán de lucro (se supone) que han prosperado en los últimos veinte años más que el cultivo del champiñón.

Pero sí me gustaría decir que algo me huele a rancio en tanta actividad solidaria, discos solidarios, comercios solidarios, turismo solidario, maratones solidarios y, así, cuanta cosa o actividad usted, amable lector, se pueda imaginar.

Hace ya muchos años, pregunté a persona enterada si en la célebre y anual Corrida de la Beneficiencia de Madrid, los toreros no cobraban. Craso error el mío, según me hizo saber. Luego, con el correr de los años y con base en experiencias propias y extrañas, he llegado a la conclusión de que la solidaridad, al igual que la cultura, ha entrado en un indeseado efecto de trivialización. Igual que la Cultura no debía de ser patrimonio de unos pocos, de una elite, y había que ponerla al alcance de todos, democratizarla, a costa de lo que fuere, el bello sentimiento de la solidaridad tampoco puede ni debe ser patrimonio de unos pocos santos. Se ve que la santidad también se ha democratizado, de modo que podamos irnos todos juntos al cielo antes de que entre el camello por el ojo de la aguja.

Pero bueno, vivo en Madrid y ya se sabe: ¡de Madrid al cielo!


Otra cosa es lo que pensarán los valencianos, a pesar de lo próximos que estamos con el nuevo AVE. Porque allí, el hasta hace días portavoz del Grupo Popular de Les Corts, Rafael Blasco, ha sido imputado por supuestos delitos de malversación de caudales públicos, fraude de subvención, blanqueo de capitales, cohecho y falsedad documental.

¡Qué bárbaro! exclamará más de uno; ni imáginábamos que tanta cosa pudiera hacer un simple portavoz. Pues no; calle, calle, lector amable pero ignorante del quid de la cuestión, porque el asunto está en que estos supuestos delitos fueron cometidos entre los años 2008 a 2011 y, a la sazón, el cargo del imputado era.. ¿a que lo tiene usted en la punta de la lengua?.

¡PREMIO!; Efectivamente: era titular de la Consellería de Solidaridad y Ciudadanía!!!.

Espero que el juicio sea rápido (qué candidez la mía!) y, oídas las partes, se haga Justicia. Porque como narra Lucas: "Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían!".






jueves, 7 de junio de 2012

Apocalipsis

“Es malo acostumbrarse a todo, pero creo que lo peor es acostumbrarse a vivir en una especie de apocalipsis diario que nunca llega a su fin” ha afirmado esta mañana la Vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría durante la presentación de un libro en Madrid.

Vicente Verdú en su blog de hoy: Nunca el Mercado o, mejor, "los mercados" tuvieron tan mala prensa. Se les considera hoy como...las babilonas del Apocalipsis.

El Apocalipsis, colofón del Nuevo Testamento, ha sido objeto de numerosas interpretaciones y debates a lo largo de la historia. Escrito a finales del siglo I, el autor no hace sino trasponer a un lenguaje poético y ciertamente críptico los momentos espantosos que le han tocado vivir: muertes de Pedro y Pablo, destrucción del Templo de Jerusalén, las terribles persecuciones de Domiciano, a modo de ejemplo. Es inevitable que, a pesar de todo, Juan, cristiano hasta la médula, aconseja a sus lectores mantenerse en la Fe para soportar las angustias, poniendo la esperanza final de la Nueva Jerusalén como premio cierto. 

Unos 700 años más tarde, un oscuro monje de un remoto Monasterio en la Liébana, se siente horrorizado por los tiempos que vive: invasión musulmana, desaparición de la monarquía visigoda cristianizada, herejía de Elipando (Obispo de Toledo), hambres, pestes, muerte y desolación. ¿Cómo no sentirse viviendo en primera persona el fin de los tiempos, la llegada de los Cuatro Jinetes?. Escribe un Comentario al Libro del Apocalipsis que, con  bellísimas, extraordinarias y maravillosas ilustraciones, serán los celebérrimos códices  conocidos como Los Beatos.

En 1970, Norman Cohn, horrorizado por la historia reciente, en su ya clásico libro En pos del Milenio plantea la tesis que relaciona el milenarismo apocalíptico con los movimientos revolucionarios del siglo XX y las espantosas expresiones que han tenido donde han alcanzado el poder (Stalin, Hitler, Mao...).

Todos aquellos tiempos fueron apocalípticos, cierto. Y hoy vivimos tiempos difíciles, que duda cabe, pero el Apocalipsis no está entre nosotros por mucho que suba la prima de riesgo o bajen los índices de las Bolsas. Podemos preguntárselo a los que han sobrevivido en una patera cualquiera de las muchas que llegan casi a diario a nuestras costas.

En fin, esperemos, en cualquier caso, que el cordero pueda abrir el séptimo sello y las trompetas nos anuncien la llegada de la Jerusalén Celeste.